Por: Wilfred Labiosa/Columnista de TRT—
Escribo esta columna durante mi vuelo de regreso a casa. He pasado unas semanas en África, Tanzania y Uganda. Fui por dos razones: primero para pasar unos días de vacaciones en un safari y segundo para presentar mis trabajos con la comunidad LGBT en Cuba y con hombres en recuperación de drogadicción y alcoholismo en Boston. Estos propósitos me rindieron la oportunidad de conocer a la comunidad LGBT y de dialogar al respecto de pólizas homofóbicas con personas en el gobierno. Fue un viaje que siempre recordaré y mantendré en mi corazón, el “clóset” en África es uno hecho de madera fuerte, dura, y obscura que tiene unas raíces fuertes de cortar.
Tanzania: Conocí a un par de muchachos gay en un pueblo colorido y lleno de historia (no quiero escribir sus nombres ni pueblo por confidencialidad y protección). En Tanzania, al igual que en casi toda África del Este y Oeste, ser homosexual es ilegal y conlleva tiempo en cárcel. Si la policía te arresta durante “el acto”, esto conlleva una encarcelación más bruta y larga. Estos dos muchachos gay ellos están llenos de esperanza por un futuro diferente. Aunque no viven cerca uno del otro se encuentran con frecuencia. Lamentablemente no tuve tiempo de conocer a otros/as personas gay y lesbianas amistades de ellos. Les deje calcomanías, bolígrafos (gracias a TRT) y banderas. Ambos me dijeron que las cosas cambian bien lento y es gracias a los extranjeros que están invirtiendo en su ciudad y viviendo allí que existe un grado de esperanza. En esta ciudad hay una barra en uno de los hoteles donde la policía no entra y la comunidad sabe que es un espacio donde se congregan personas gay y lesbianas – pero cabe recalcar que expresión en público no es aceptada por nadie, sin importar la orientación sexual (es ley). Aunque no pude encontrar este lugar, ciertas páginas de web y revistas de turismo lo confirman.
Uganda: Aquí fue mucho más difícil conocer a personas LGBT pero por la conferencia llegué a conocer a tres muchachos gay. Uno es joven universitario estudiando psicología y que está saliendo del clóset poco a poco. Otro trabaja en el campo de salud pública haciendo grupos de prevención a través de toda Uganda. El tercero que conocí ha vivido con SIDA/VIH por más de ocho años. El rompe con los estereotipos locales y baila (vestido de hombre) roles que solamente lo hacen las mujeres – el grupo de baile y su comunidad lo respeta por esto ya que es muy difícil bailar estos pasos por la manera que los cuerpos entre hombres y mujeres se diferencian. Estos tres hombres gay son diferentes. Los tres viven vidas con miedo al salir de sus ámbitos y círculos. Y los tres son personas alegres, llenas de esperanza y amor.
Aunque muchos políticos en el parlamento en Uganda apoyan una póliza de criminalización y de enjuiciar a las personas homosexuales, la mayoría en las comunidades (que conocí en Entebbe y Kampala) no respaldan esta póliza. Los actos homosexuales ya son ilegales y lo han sido desde los tiempos coloniales ingleses. Lo que esta póliza busca es poder añadir a este código la oportunidad de las personas en la comunidad de poder enjuiciar a personas LGBT y traerlos/as a la policía para condenar e incluir la pena de muerte. Esta póliza no pasó gracias a agencias internacionales y personas locales que abogan por la igualdad; pero esta póliza no se piensa que va a pasar ya que hay oposición vasta entre embajadores, personas de negocios y compañías extranjeras que “corren” la economía de este país. [pullquote]Aunque muchos políticos en el parlamento en Uganda apoyan una póliza de criminalización y de enjuiciar a las personas homosexuales, la mayoría en las comunidades (que conocí en Entebbe y Kampala) no respaldan esta póliza. [/pullquote]
Tuve la oportunidad de hablar con la presidenta del parlamento la Honorable Rebcecca Alitwala Kadaga, el director ejecutivo de la Fundación para los Derechos Humanos el Sr. Livingstone Sewanya y con el Embajador de los Estados Unidos en Uganda el Sr. Scott DeLisi. Todas estas tres personas, y muchos/as otros/as más en el ámbito de la política, salud pública, y negocios concuerdan de que el futuro de Uganda tiene que incluir a grupos minoritarios incluyendo a la comunidad homosexual. El Embajador DeLisi me mencionó que él ya se ha reunido con grupos religiosos, comunitarios, LGBT, y mandatorios públicos y todos están de acuerdo de que hay que respetar la vida de todos/as por igual y que esta póliza afectaría la economía de este país por muchas razones. El Embajador, al igual que otros/as, escucharon mi presentación sobre el trabajo que ha ocurrido y que se sigue haciendo en Cuba con la comunidad LGBT y todos/as se asombran de el mismo por el tipo de gobierno que existe. Reconocen que si se puede hacer en ese gobierno, entonces puede ocurrir en Uganda después de que se arregle el problema de corrupción que existe entre personas en el parlamento y gobierno. A todos/as ellos/as les mencioné al hablarle que en mi tiempo allí reconocí que es un tópico (todavía) tabú por el gran numero de religiosos fanáticos que existen en Uganda pero dado su tiempo, espacio y respeto las cosas pueden cambiar. También mencioné que aunque las personas no estén abiertamente hablando de su propia orientación sexual, hay personas LGBT en todos los ámbitos sociales incluyendo el parlamento, la comunidad artística, negocios y sociedad en general. Les recalqué que esta póliza presentada en el parlamento del 2010-12 fue demostrada por personas corruptas y fanáticos religiosos usando tácticas de miedo y violencia que Uganda quiere cambiar. El embajador, Hon. Alitwala Kadaga y otros reconocen esta variable y que el problema de corrupción es uno muy alto y difícil de corregir.
Lamentablemente mucho trabajo queda por hacer en África para la aceptación de la comunidad LGBT pero también hay que reconocer que están trabajando con problemas como el alto índice de VIH/SIDA, malaria, ETS, niños huérfanos en las calles, la falta de agua potable, etcétera. Espero que la comunidad LGBT en Tanzania y Uganda mantenga la esperanza viva para un mejor mañana. A todos los que conocí, les doy gracias por haberme hablado abiertamente al respecto y por darme la bienvenida a su patria. Les deseo a ellos/as todo lo mejor y espero que los/as aliados/as sigan luchando no sólo con palabras sino con acciones. A todos/as en Uganda, “Fuga Taraja Hai (Keep Hope Alive)”.
*Escrito por Wilfred W. Labiosa, trabajador social y activista comunitario. Wilfred le quiere agradecer a la organización ICSD, Dr Kamya y Simmons College por su apoyo y por rendirle esta oportunidad.