Por: Francisco “El Jimagua” Cartagena Méndez/Especial para The Rainbow Times—
El artículo 1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos establece que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.
También reconoce que el desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos han originado actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad. [pullquote]El menosprecio a los derechos de las personas homosexuales, desde la perspectiva eclesiástica, ha perpetuado un sinnúmero de agresiones, persecución y atentados en contra de las personas LGBT. [/pullquote]
El menosprecio a los derechos de las personas homosexuales, desde la perspectiva eclesiástica, ha perpetuado un sinnúmero de agresiones, persecución y atentados en contra de las personas LGBT.
Al hablar de derechos humanos y democracia, es importante reconocer la necesidad de equidad tan latente que posee la Comunidad LGBT. El discrimen contra las personas homosexuales es una realidad mundial. Es real en la vida de aquellos/as que son burlados/as, asesinados/as o castigados/as por leyes homofóbicas como sucede en países como Rusia, Jamaica y Uganda, por mencionar algunos.
La lucha por equiparar los derechos de las personas pertenecientes a la comunidad Lésbica, Gay, Bisexual, Transexual y Transgénero, con los de la comunidad heterosexual necesita una mayor apertura. Este comienzo requiere aplicar la declaración de los derechos humanos en el debate público sobre el discrimen por orientación sexual.
Además, se hace imprescindible que la homofobia se reconozca como un delito, ya que atenta contra la dignidad humana, los derechos y la libertad de los seres humanos. Las leyes en contra de lo que erróneamente algunos países llaman ‘propagada gay’ atentan además contra la libertad de palabra. uote]
La homofobia, el discrimen y la exclusión, además de representar un atentado contra la dignidad de las personas, posee factores predispuestos al suicidio en las personas gay. La mayor prevalencia de suicidio en la comunidad LGBT, muy lamentablemente, ocurre en jóvenes y adolescentes.
Desde esta perspectiva, la homofobia es un mal que afecta a todas las esferas de la sociedad. No permite el pleno desarrollo psicosocial y afectivo de millones de personas en el mundo. Esto afecta las relaciones familiares, sociales y laborales en aquellos lugares donde el discrimen y la homofobia son permitidos o perpetuados.
Otro asunto importante sobre este tema recae en el momento en que un ser humano se siente obligado/a a esconder su verdadera orientación sexual o identidad de género, (viviendo una doble vida, o reprimiéndose). El discrimen va prevaleciendo, no sólo en su propia vida, sino también en el país que le vio nacer, o al país que tuvo que emigrar por experimentar dicho discrimen en su contra.
Aún con el advenimiento de mayores derechos para las personas gay en muchos países, el discrimen y la homofobia siguen socavando cualquier pronunciamiento de derechos humanos en los países democráticos.
Se debe y se puede hacer más para erradicar el discrimen por orientación sexual. Se hace necesario aumentar el debate público; esto se puede lograr mediante la creación de nuevas campañas, pero que escalen más allá de lo mediático. Se debe llevar a cabo una educación masiva sobre lo que realmente es la homosexualidad.
Finalmente, otro asunto que puede resultar de gran ayuda, lo es la promoción de cómo ha mejorado la calidad de vida de las personas en aquellos países que han hecho de sus leyes, unas equitativas con la Comunidad LGBT. Muy en especial aquellos países que enseñan sobre diversidad sexual en las escuelas desde temprana edad.
La mejor evidencia del bien que supone para los países erradicar el discrimen por orientación sexual, descansa en naciones que ya dieron dicho paso. Por lo que dichos países deben esforzarse por ejecutar medidas progresivas mediante la enseñanza, y la educación sobre la equidad.
No hay razón alguna que justifique que un jovencito/a adolescente se quite la vida por sentirse rechazado, discriminado y burlado. No hay razón para que se siga permitiendo que la religión de fundamento extremo promueva la violencia contra las personas homosexuales.
Pero si hay mucha razón para hacer más por los derechos universales de la comunidad LGBT, la cual está compuesta por seres humanos a los que se nos impuso una etiqueta, mediante la cual, se ha perpetuado el discrimen en nuestra contra. Podemos hacer más. Durante este mes donde comunmente se da gracias por lo que hemos logrado, obtenido y las diferentes bendiciones, recordemos de lo/as mucho/as que tienen dificultad en hacerlo por la represesion, homofobia, y dificultades que confrontan. Ayudemos a traer este cambio y hacer mas por nuestra comunidad LGBT.
*Escrito por Francisco “El Jimagua” Cartagena Mendez, escritor y activista en Puerto Rico, y editado por Wilfred W. Labiosa y Graysen Martínez Ocasio. Puede enviar comentarios al autor y editor por Facebook o a través de esta publicación. Twitter: @eljimagua.
Excelente artículo, presenta mnuestra realidad y necesidad de cambio a la equidad, al respeto y a nuestros derechos humanos. Bravo Jimagua!