Por: Francisco “Jimagua” Cartagena Méndez/Columnista de TRT—
Venció el amor y el respeto a la diversidad de orientaciones sexuales. Hoy, Estados Unidos y Puerto Rico con la legalidad del matrimonio igualitario elevan el amor y la democracia a la equidad. Hoy nuestras sociedades son mucho mejor que ayer.
Toda persona en Puerto Rico tiene que comprender que el matrimonio igualitario ya es una realidad en nuestro país. Esto incluye a organizaciones religiosas fundamentalistas y políticas, que, a pesar de su grito opresor, tienen que aceptar de una vez y por todas que la equidad avanza y no se detiene.
En el mes de junio de este año, en una decisión histórica, la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos decidió que la prohibición del matrimonio entre personas del mismo sexo viola la Constitución de esa nación. La decisión hizo legal el matrimonio igualitario en los 50 estados, lo que incluye a Puerto Rico por ser un territorio regido por las leyes de dicha nación. [pullquote]La decisión hizo legal el matrimonio igualitario en los 50 estados, lo que incluye a Puerto Rico por ser un territorio regido por las leyes de dicha nación. [/pullquote]
En Puerto Rico, recibimos con gran emoción la noticia del avance que representa la decisión de la Corte Suprema de legalizar el matrimonio igualitario. Reunidos en nuestra Capital de San Juan, al ritmo de música, llanto y alegría, cientos de personas celebramos este gran avance.
Como era de esperarse, ya se han realizado las primeras bodas gays en nuestra isla, lo que reivindica este momento histórico, este avance tan necesario para nuestra democracia, y los postulados de libertad y equidad para todo ser humano, tan presentes en nuestra Constitución.
Sin embargo, varios grupos religiosos fundamentalistas y políticos del Partido Nuevo Progresista (PNP), han llevado a cabo una serie de recursos legales para que se siga prohibiendo la unión entre parejas del mismo sexo en Puerto Rico. Haciendo el ridículo, estos políticos encabezados por la legisladora nuevo progresista, María Milagros Charbonier (Tata), no lograron detener la legalidad del matrimonio igualitario. [pullquote]Haciendo el ridículo, estos políticos encabezados por la legisladora nuevo progresista, María Milagros Charbonier (Tata), no lograron detener la legalidad del matrimonio igualitario.[/pullquote]
El fanatismo religioso es tan peligroso y repulsivo, que en Puerto Rico un grupo de pastores, como protesta en contra del matrimonio igualitario, han decidido no realizar bodas entre parejas heterosexuales, lo cual no es un concepto único pues ya se ha tratado en los E.U.
Otros grupos religiosos han expresado que Puerto Rico será victima de grandes desastres naturales como terremotos y tsunamis, como un “castigo divino” por el simple hecho que dos personas del mismo sexo que se aman, ahora podrán enlazar su amor en una unión civil (matrimonio), y obtener los derechos legales y jurídicos que dicha unión supone.
La equidad avanza en el mundo entero reconociendo que toda persona merece tener iguales derechos, protecciones y oportunidades. No debe existir razón alguna para discriminar a un ser humano por su orientación sexual. Mucho menos se debe permitir que una creencia religiosa sea utilizada para seguir perpetuando el discrimen en nuestras sociedades.
Lo cierto es que todo matrimonio debe primero consagrarse en una unión civil avalada por un juez del estado, luego si la pareja que se casó (en lo civil) lo desea, puede efectuar una ceremonia religiosa. La decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos no obliga a las iglesias tradicionales a casar a personas del mismo sexo si no lo desean. [pullquote]El fanatismo religioso es tan peligroso y repulsivo, que en Puerto Rico un grupo de pastores, como protesta en contra del matrimonio igualitario, han decidido no realizar bodas entre parejas heterosexuales, lo cual no es un concepto único pues ya se ha tratado en los E.U.[/pullquote]
Tal como dijo el Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, este logro del matrimonio igualitario se debe a la “lucha de incontables héroes anónimos” que hicieron la medida posible, subrayando que la “gente ordinaria puede lograr cosas extraordinarias”.
El amor venció y Puerto Rico es hoy mejor que ayer. Luego del matrimonio igualitario, tenemos como menester seguir luchando en contra de otros tipos de discrimen contra parejas del mismo sexo, aquellas comunidades LGBTT que son más vulnerables a la desigualdad, las agresiones y las horrendas consecuencias de la homofobia. Además, debemos de luchar por cualquier comunidad marginada también, pues todos debemos de gozar de las protecciones legales y justas que tiene la mayoría.
¡Aún hay mucho por hacer por la equidad, y a por ello vamos! Para comentarios eljimagua@live.com | Twitter: @eljimagua.
*Escritor y activista de derechos humanos de Puerto Rico.